El movimiento musical j-rock ha traspasado sus fronteras, teniendo una fuerte representación en tierras hispano-parlantes.
En Chile, México o España son las zonas donde han nacido los grupos de mayor repercusión fuera de las fronteras niponas.
Su rápida expansión europea, han contribuido a que el movimiento j-rock sea reconocido en cualquier parte de occidente, dejando su huella en la forma de vestirse, de peinarse y maquillarse de sus seguidores. Además de estos países, este movimiento musical también se ha expandido en países de Centroamérica como Costa Rica,Suramerica como Colombia donde este género ha ido ganando popularidad en los últimos años, recibiendo así la mayor parte de su apoyo por parte de la comunidad otaku del país.
La rápida aceptación (de base rock) y su evidente adaptación (de similar planteamiento visual, pero adaptando en muchos casos el idioma) han ayudado a la expansión de este movimiento, incluso permitiendo a los artistas nipones traspasar sus fronteras y realizar giras más allá de Oriente.
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